Música evangélica | TODAS LAS NACIONES VENGAN A TU LUZ
I
¡Tu abrazo amplio abres Tú
para acariciar en su queja a la humanidad,
Tus brazos agitas con fuerza y amor,
y Tus ojos radiantes de brillo!
Y Tu amor y clemencia nos sostienen,
y aparece Tu gloriosa faz.
En este mundo tan corrupto,
Tus rayos de luz ya están aquí.
Nuestro mundo muere, derrotado y maligno,
y ella clama al Salvador
que vuelva otra vez.
¡Traes esperanza a la humanidad,
y el fin a dos milenios de espera!
II
¡Tu abrazo amplio abres Tú
para acariciar en su queja a la humanidad,
los brazos abres de fuerza y amor,
y tus ojos irradian luz!
Nuestro mundo muere, derrotado y maligno,
y ella clama al Salvador que vuelva otra vez.
Nuestro mundo muere, derrotado y maligno,
y ella clama al Salvador que vuelva otra vez.
¡Tú traes esperanza a la humanidad,
y el fin a dos milenios de espera, de espera!
III
Todas las naciones vengan a Tu luz,
libres del sometimiento del maligno.
De la oscuridad seremos siempre libres
para alabar "¡Tu santo nombre por la eternidad!"
Todas las naciones vengan a Tu luz,
libres del sometimiento del maligno.
De la oscuridad seremos siempre libres
para alabar "¡Tu santo nombre por la eternidad!"
(Todas Las naciones, vengan a Tu luz.)
Nuestro mundo muere,
(Libres del sometimiento del maligno.)
y ella clama al Salvador
para que vuelva otra vez.
De la oscuridad, seremos libres,
¡para alabar por la eternidad!
De "Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos"
Fuente: Relámpago oriental
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