Lea este artículo para mejorar nuestra relación con Dios e incrementar nuestra fe.
Devocional cristiano | No seas impaciente y aprende a calmar ante Dios
En la vida real, estamos padeciendo una gran presión debido al trabajo ocupado, las vicisitudes cotidianas o los celos entre colegas, etc. Estas cosas hacen que no podamos controlar nuestro estado de ánimo y que nos volvamos inquietos y seamos rabiosos. Entonces, ¿cómo podemos deshacernos de tales problemas y calmarnos?
En la Biblia se dice: “No te apresures en tu espíritu a enojarte, porque el enojo se anida en el seno de los necios” (Eclesiastés 7:9).
La Palabra de Dios dice: “Primero se empieza desde la oración: orar en paz delante de Dios es muy productivo. Después de ello, comer y beber las palabras de Dios, meditar en Sus palabras e intentar obtener la luz, hallar el camino a la práctica, [...] Si tu corazón está verdaderamente callado delante de Dios, no te molestará nada de lo que esté ocurriendo en el mundo exterior, ni habrá persona, evento o cosa que te ocupe. Si tienes entrada a esto, entonces esos estados negativos o todas las cosas negativas, como las concepciones humanas, la filosofía de la vida, las relaciones anormales con las personas y los pensamientos de tu corazón desaparecerán de manera natural. Al estar siempre meditando en las palabras de Dios, al acercarse siempre tu corazón a Él, y ocuparse con Sus palabras actuales, esas cosas negativas se quitan sin que te des cuenta. Cuando las nuevas cosas positivas te ocupen, las viejas cosas negativas no tendrán lugar, así que no les prestes atención. No es necesario que hagas esfuerzos e intentes controlarlas. Céntrate en estar callado delante de Dios, come y bebe más de Sus palabras y disfrútalas; cántale más himnos de alabanza, y deja que Él tenga la oportunidad de obrar en ti, porque, en el presente, Dios quiere perfeccionar personalmente a las personas, quiere ganar tu corazón, Su Espíritu conmueve tu corazón; si vives delante de Dios, y sigues la guía del Espíritu Santo, satisfarás a Dios”.
Pase lo que pase, deberíamos calmar nuestro corazón antes Dios para orar a Él con más frecuencias, entregando nuestras dificultades a Él y buscando Su voluntad y el camino de práctica en Sus palabras. Cuando pongamos la Palabra de Dios en acción, las cosas externas no nos afectarán fácilmente y tampoco nos inquietarán. Esto es el efecto que logra por calmarnos antes Dios.
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Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.
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