El mundo se encuentra en un estado de confusión, y a la humanidad le están sobreviniendo todo tipo de desastres. Muchas personas se preguntan: “¿Acaso el Señor ya ha regresado? Y, si es así, ¿por que no hemos sido arrebatados antes de los grandes desastres?” Algunos ven que sus pastores y ancianos siempre predican sobre las mismas cosas, que la fe de los creyentes se está enfriando, que los creyentes siguen las tendencias mundiales y son incapaces de vivir las palabras del Señor.