Hace dos mil años, cuando el Señor Jesús realizó Su obra, los fariseos la condenaron con el pretexto de defender la Escritura. Incluso juzgaron al Señor Jesús como hijo de un carpintero e hicieron todo lo posible por impedir que los creyentes lo siguieran. Al final crucificaron al Señor Jesús.
“Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de cuya presencia huyeron la tierra y el cielo, y no se halló lugar para ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono, y los libros fueron abiertos; y otro libro fue abierto, que es el libro de la vida, y los muertos fueron juzgados por lo que estaba escrito en los libros, según sus obras...