Reflexión cristiana | Ante los frecuentes desastres, ¿cómo podemos acoger el regreso del Salvador?
La última vez intercambiamos una pregunta sobre cómo acoger al regreso del Señor ante los desastres frecuentes. Algunos hermanos y hermanas eligieron A (Esperando a que el Señor Jesús descienda sobre una nube), otros eligieron B (Escuchando la voz de Dios para dar la bienvenida al Señor). ¿Cuál es la respuesta correcta? La B es correcta. ¿Es correcta su respuesta? ¿Por qué es correcta la B? Vamos a leer lo que dijo el Señor.
El Señor Jesús dijo: “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco y me siguen” (Juan 10:27). El libro del Apocalipsis también profetiza: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo” (Apocalipsis 3:20).
Dios dice: “Ya que estamos buscando las huellas de Dios, nos corresponde a nosotros buscar la voluntad de Dios, por Sus palabras y declaraciones; porque dondequiera que haya nuevas palabras dichas por Dios, allí está la voz de Dios, y donde están las huellas de Dios, ahí están los hechos de Dios. Donde está la expresión de Dios, ahí aparece, ahí existe la verdad, el camino y la vida. Al buscar las huellas de Dios, has ignorado las palabras ‘Dios es la verdad, el camino y la vida’. Y así, muchas personas, incluso cuando reciben la verdad, no creen que han encontrado las huellas de Dios y mucho menos reconocen la aparición de Dios. ¡Qué error tan grave!”.
De las palabras de Dios, podemos ver que cuando Dios vuelva en los últimos días, nos llamará a través de expresar palabras y encontrará a Sus ovejas de la misma manera. Si queremos dar la bienvenida a Dios tenemos que concentrarnos en escuchar la voz de Dios, y mediante ella podemos determinar si Dios ha regresado. Al igual que cuando el Señor Jesús vino a obrar, Pedro, Juan, la mujer samaritana, etc., después de haber escuchado Sus palabras, reconocieron que Él era Cristo y lo recibieron con éxito. Y los fariseos que no prestaron atención a la voz del Señor, sino a Su apariencia, fueron condenados y eliminados por Dios. Por lo tanto, si queremos acoger al Señor en este momento crucial, tenemos que estar atentos a la voz de Dios, esta es la forma para recibir al Señor en la que Él nos dice.
Si quiere conocer más, por favor lea: La segunda venida de Cristo
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