· 

El Señor ya ha venido en una “nube blanca”, ¿lo has recibido?

 

Reflexion del evangelio de hoyEl Señor ya ha venido en una “nube blanca”, ¿lo has recibido?

 

Dios Todopoderoso dice: “Durante varios milenios, el hombre ha anhelado poder ser testigo de la llegada del Salvador. El hombre ha anhelado contemplar a Jesús el Salvador montado en una nube blanca mientras desciende, en persona, entre aquellos que lo han añorado y anhelado durante miles de años. El hombre ha deseado también que el Salvador regrese y se reúna con ellos; es decir, deseó que Jesús el Salvador, que ha estado separado de la gente miles de años, regrese y lleve a cabo una vez más la obra de redención que Él hizo entre los judíos, que sea compasivo y amoroso con los hombres, que perdone sus pecados y cargue con ellos e incluso que cargue con todas las transgresiones del hombre y lo libre del pecado. Lo que el hombre anhela es que Jesús el Salvador sea el mismo que antes, un Salvador que sea adorable, amable y venerable, que nunca esté airado con el hombre ni le haga reproches, sino que perdone y soporte todos los pecados del hombre y que incluso, como antes, muera en la cruz una vez más por el hombre. Desde que Jesús partió, los discípulos que lo siguieron, además de todos los santos que fueron salvos en Su nombre, lo han estado añorando y esperando desesperadamente. Todos aquellos que fueron salvos por la gracia de Jesucristo durante la Era de la Gracia han estado anhelando ese día exultante en el momento final, cuando Jesús el Salvador descienda sobre una nube blanca para aparecerse entre todos los hombres. Por supuesto, este también es el deseo colectivo de todos aquellos que aceptan el nombre de Jesús el Salvador hoy. Todos en el universo, todos aquellos que saben de la salvación de Jesús el Salvador han estado anhelando desesperadamente que Jesucristo llegue repentinamente para cumplir lo que dijo cuando estuvo en la tierra: ‘Llegaré tal como partí’. El hombre cree que, después de la crucifixión y la resurrección, Jesús volvió al cielo sobre una nube blanca para tomar Su lugar a la diestra del Altísimo. De forma parecida, Jesús descenderá de nuevo sobre una nube blanca (esta nube se refiere a la nube sobre la que Jesús cabalgó cuando regresó al cielo) entre aquellos que lo han anhelado desesperadamente durante miles de años, y Él tendrá la imagen y vestirá como los judíos. Después de aparecer al hombre, Él le concederá comida y hará que el agua viva brote para él y vivirá en medio de él, lleno de gracia y lleno de amor, vívido y real. Todas esas nociones son lo que cree el pueblo. Sin embargo, Jesús el Salvador no hizo esto; Él hizo lo contrario de lo que el hombre concibió. No llegó entre los que habían anhelado Su regreso ni se les apareció a todos los pueblos mientras cabalgaba sobre la nube blanca. Él ya ha llegado, pero el hombre no lo conoce y permanece ignorante de Él. El hombre solamente está esperándolo sin propósito, sin darse cuenta de que Él ya ha descendido sobre una ‘nube blanca’ (la nube que es Su Espíritu, Sus palabras, todo Su carácter y todo lo que Él es) y está ahora entre un grupo de vencedores que Él formará durante los últimos días”.

 

A partir de las palabras de Dios, podemos ver que el Señor se nos ha aparecido en una “nube blanca” en los últimos días, pero esta “nube blanca” no es la nube material del cielo como pensamos, sino que se refiere al Espíritu de Dios y Sus palabras, Su carácter, y lo que Él tiene y es. Por lo tanto, si miramos ciegamente al cielo y a las nubes para esperar la venida del Señor, en lugar de buscar la voz de Dios de los últimos días, perderemos la oportunidad de recibirlo. Entonces, ¿cómo podemos encontrar la voz de Dios y recibir Su aparición?

 

Recomendación: Cómo se obtiene de Dios

 

Escribir comentario

Comentarios: 0