Palabras clásicas de Dios:
La humanidad, pisoteada bajo los pies de Satanás desde hace mucho tiempo, ha estado actuando a la imagen de Satanás, y hasta lo ha personificado. Ellos son la evidencia de ser testigos, altos y claros, de Satanás. Tal humanidad, tal escoria, o tal fruto de esta familia humana corrupta, ¿cómo podría dar testimonio de Dios? ¿De dónde surge Mi gloria? ¿Dónde está Mi testigo? El enemigo que está en Mi contra y corrompe a la humanidad ya ha manchado a la humanidad, a Mi creación, desbordante de Mi gloria y Mi vivir. Se ha robado Mi gloria, y lo que él ha impregnado en el hombre no es más que veneno fuertemente mezclado con la fealdad de Satanás, y con el jugo del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal. […] Voy a recobrar Mi gloria, a recobrar Mi testimonio entre los hombres y todo lo que una vez me perteneció, que Yo di a la humanidad hace largo tiempo, voy a reconquistar por completo a la humanidad. Sin embargo, debes saber que los seres humanos que Yo creé fueron hombres santos con Mi imagen y con Mi gloria. No provinieron originalmente de Satanás, ni estaban sometidos a sus abusos, sino que eran puramente Mi manifestación, sin el menor rastro de su veneno. Por tanto, quiero dejar claro a todos que sólo deseo lo que fue creado por Mi mano, Mis puros y amados que nunca pertenecieron a ninguna otra entidad. Más aún, voy a disfrutar de ellos y verlos como Mi gloria. Sin embargo, lo que Yo quiero no es la humanidad corrompida por Satanás, que hoy en día pertenece a Satanás, y que ya no es Mi creación original. Porque Mi intención es recuperar Mi gloria que existe en el mundo humano, voy a obtener completa victoria sobre los restantes sobrevivientes de la humanidad, como prueba de Mi gloria en Mi victoria sobre Satanás. Sólo me apodero de Mi testimonio como una cristalización de Mí mismo, como el objeto de Mi gozo. Esta es Mi voluntad.
de “Qué significa ser un hombre de verdad”
Dios realiza la obra de juicio y castigo para que el hombre pueda conocerle, y por amor a Su testimonio. Sin Su juicio sobre el carácter corrupto del ser humano, el hombre no conocería Su carácter justo que no permite ofensa alguna, y no podría apartarse de su viejo conocimiento de Dios para adoptar el nuevo. Por amor a Su testimonio y a Su gestión, Él hace pública Su totalidad, capacitando así al hombre para lograr el conocimiento de Dios, cambiar su carácter y dar un resonante testimonio de Él por medio de Su aparición pública. El cambio se logra en el carácter del hombre a través de distintos tipos de la obra de Dios; sin estos cambios en el carácter del hombre, este sería incapaz de dar testimonio de Dios y no podría ser conforme a Su corazón. Los cambios en el carácter del hombre significan que se ha liberado de la atadura de Satanás, de la influencia de la oscuridad, y que se ha convertido de verdad en un modelo y una muestra de la obra de Dios, que de verdad ha llegado a ser un testigo suyo y alguien que es conforme a Su corazón.
de “Sólo aquellos que conocen a Dios pueden dar testimonio de Él”
La obra de Dios de los últimos días perfecciona a un grupo de personas
Mi obra tiene una duración de apenas seis mil años, y Yo hice la promesa de que el control del maligno sobre toda la humanidad, similarmente, no duraría por más de seis mil años. Así que ya se cumplió el tiempo. Yo, ni voy a seguir, ni voy a retrasarme por más tiempo: durante los últimos días venceré a Satanás, recobraré toda Mi gloria, y recuperaré todas las almas que me pertenecen en la tierra de manera que estas almas afligidas puedan escapar del mar de sufrimiento, y así se concluya toda Mi obra en la tierra. A partir de este día, nunca más me haré carne en la tierra, y nunca más Mi Espíritu, que lo controla todo, trabajará sobre la tierra. Sólo haré una cosa en la tierra: voy a rehacer la humanidad, una humanidad que sea santa, y que sea Mi ciudad fiel en la tierra. Pero debéis saber que Yo no voy a aniquilar al mundo entero, ni voy a aniquilar a toda la humanidad. Voy a quedarme con la tercera parte —la tercera parte que me ama y que ha sido conquistada completamente por Mí—, y haré que esta tercera parte sea fructífera y se multiplique en la tierra, al igual que hicieron los israelitas bajo la ley, alimentándolos con copiosas ovejas y ganado y todas las riquezas de la tierra. Esta humanidad permanecerá conmigo para siempre, sin embargo, no es la raza humana deplorablemente sucia de hoy, sino una raza humana que sea una asamblea de todos los que han sido adquiridos por Mí. Una humanidad como esta no será dañada, perturbada, o asediada por Satanás, y será la única raza humana que exista sobre la tierra después de Yo haber triunfado sobre Satanás. Es la humanidad que hoy ha sido conquistada por Mí y que ha alcanzado Mi promesa. De esta manera, toda la raza humana que ha sido conquistada en los últimos días, será también la humanidad que permanecerá y que obtendrá Mis bendiciones eternas. Será la única evidencia de Mi triunfo sobre Satanás, y los únicos botines de la batalla contra Satanás. Estos botines de guerra son salvados por Mí del campo de acción de Satanás, y son la única cristalización y fruto de Mi plan de gestión de seis mil años.
de “Nadie que es de la carne puede escapar del día de la ira”
Cuando las tres etapas de la obra lleguen a su fin, habrá un grupo de personas que dará testimonio de Dios, que lo conocerá. Todas estas personas conocerán a Dios y serán capaces de poner en práctica la verdad. Poseerán humanidad y sentido, y todas conocerán las tres etapas de la obra de salvación de Dios. Esta es la obra que se cumplirá al final, y estas personas son la cristalización de la obra de 6.000 años de gestión, y son el testimonio más poderoso de la derrota definitiva de Satanás. Los que pueden dar testimonio de Dios podrán recibir Su promesa y Su bendición, y será el grupo que permanezca al final, que posea la autoridad de Dios y dé testimonio de Él.
de “Conocer las tres etapas de la obra de Dios es la senda para conocer a Dios”
Dios creó a la humanidad, la colocó sobre la tierra y la guió hasta el día de hoy. Él después salvó a la humanidad y sirvió como una ofrenda por el pecado para la humanidad. Al final Él aún debe conquistar a la humanidad, salvar por completo a la humanidad y restaurarla a su semejanza original. Esta es la obra a la que Él se ha dedicado desde el principio hasta el final, restaurando al hombre a su imagen original y a su semejanza original. […] lo que significa que restaurará Su autoridad sobre la tierra y restaurará Su autoridad entre toda la creación. […] Restaurar Su autoridad quiere decir hacer que el hombre lo adore y hacer que el hombre lo obedezca; quiere decir que Él va a hacer que el hombre viva por Él y que perezcan Sus enemigos debido a Su autoridad; quiere decir que hará que hasta la última parte de Él continúe entre la humanidad sin ninguna resistencia por parte del hombre. El reino que anhela establecer es Su propio reino. La humanidad que espera es una que lo adore y lo obedezca por completo y tenga Su gloria. Si no salva a la humanidad corrupta, la relevancia de Su creación del hombre quedará en nada; no tendrá más autoridad entre los hombres y Su reino ya no será capaz de existir en la tierra. Si no destruye a esos enemigos que le son desobedientes, no podrá obtener toda Su gloria ni tampoco podrá establecer Su reino sobre la tierra. Estos son los símbolos de la terminación de Su obra y los símbolos de la terminación de Su gran logro: destruir completamente a aquellos entre la humanidad que lo desobedecen y llevar al reposo a los que han sido perfeccionados. Cuando la humanidad haya sido restaurada a su semejanza original, cuando la humanidad pueda cumplir sus deberes respectivos, guardar su sitio y obedecer todos los planes de Dios, Dios habrá ganado un grupo de personas sobre la tierra que lo adoran y también habrá establecido un reino sobre la tierra que lo adora. Tendrá una victoria eterna sobre la tierra y aquellos quienes se le oponen perecerán por toda la eternidad. Esto restaurará Su intención original al crear al hombre; restaurará Su intención en crear todas las cosas y también restaurará Su autoridad sobre la tierra, Su autoridad entre todas las cosas y Su autoridad entre Sus enemigos. Estos son los símbolos de Su victoria total.
de “Dios y el hombre entrarán juntos en el reposo”
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