Canción cristiana | Sólo cuando Dios se vuelve carne el hombre puede ser Su confidente
I
Sólo cuando Dios se humilla en cierta medida
al encarnar y entre los hombres morar,
entonces pueden ser Su confidente y así amigos íntimos ser.
¿Cómo el hombre será Su confidente
si Dios es del espíritu, excelso e impenetrable?
Sólo al ser la misma carne, como es la del hombre,
comprenderá Su voluntad y Dios lo ganará.
II
Dios habla y obra en la carne,
junto al hombre en gozo, penas y aflicciones,
vive en su mundo, lo protege y lo guía,
lo purifica y le da bendición y salvación.
¿Cómo el hombre será Su confidente
si Dios es del espíritu, excelso e insondable?
Sólo al ser la misma carne, como es la del hombre,
comprenderá Su voluntad y Dios lo ganará.
III
Por esto, puede entender la voluntad de Dios
y ser Su confidente; sólo esto es práctico.
Si Dios fuera invisible e intangible al hombre,
¿cómo sería Su confidente?
¿No es esta doctrina ocisa?
¿Cómo el hombre será Su confidente
si Dios es del espíritu, excelso e insondable?
Sólo al ser la misma carne, como es la del hombre,
comprenderá Su voluntad y Dios lo alcanzará.
Sólo cuando Dios se vuelve carne el hombre puede ser Su confidente.
De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”
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