1
Hija mía, eres la luz de mis ojos.
Es por tu felicidad que vive tu mamá.
Con frecuencia te pido que estudies mucho
para que puedas destacar.
2
Sé que me amas y te preocupas por mí,
pero las exigencias y la presión me superan.
Me duele el corazón
y no puedo hacer lo que me pides.
Pienso en la muerte para escapar.
3
Mamá no puede entenderte.
Siento mucho que pases por este dolor.
Mamá, sé que tus intenciones eran buenas,
pero ¿por qué debe alguien vivir así?
No nos damos cuenta de que Dios manda en nuestro destino.
Pensamos erróneamente que "La felicidad está en nuestras manos".
Pagamos un alto precio por creer esto y sufrimos mucho.
Pero ¿podemos cambiar nuestro destino?
4
Las palabras de Dios Todopoderoso he leído
y ahora comprendo la verdad,
veo cuán corrupta es la humanidad:
buscando fama, placer y fortuna,
sin saber que su destino depende de Dios.
5
He despertado entre Sus palabras.
¡Qué inútil es buscar fama y fortuna!
Sus palabras me dirigen.
La vida humana proviene de conocer la verdad.
6
A diario disfrutamos las palabras de Dios,
ante Él cumplimos nuestro deber.
Sus palabras nos guían para vivir en la luz.
En Su presencia hay tanto gozo.
Despreciamos el destino y la carne corrupta,
nuestra liberación nos trae gozo.
De Dios recibimos vida y verdad.
Nuestro hogar es el reino de Cristo.
A diario disfrutamos las palabras de Dios,
ante Él cumplimos nuestro deber.
Sus palabras nos guían para vivir en la luz.
En Su presencia hay tanto gozo.
Despreciamos el destino y la carne corrupta,
nuestra liberación nos trae gozo.
De Dios recibimos vida y verdad.
Nuestro hogar es el reino de Cristo.
De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”
Escribir comentario