¿Sabe cuál es la consecuencia de que sólo escucha al hombre y no tiene discernimiento en la investigación del verdadero camino?

Reflexión cristiana | ¿Sabe cuál es la consecuencia de que sólo escucha al hombre y no tiene discernimiento en la investigación del verdadero camino?

Cuando el Señor Jesús vino a obrar en la Era de la Gracia, los pueblos judíos fueron incapaces de distinguir si lo que hizo fue el verdadero camino, solamente escucharon a los demás que llevaban muchos años creyendo en Dios y que tenían el estatuto y el poder en vez de escuchar las palabras de Dios. Ellos siguieron a los fariseos a crucificar al Señor Jesús en la cruz, cometieron el error de que se resistían al Señor mientras lo creían, finalmente fueron castigados y maldecidos por Dios. Ahora, el Señor Jesús ha vuelto, también hay muchas personas son incapaces de reconocerlo, les preguntan a los pastores y ancianos en todas las cosas y los obedecen, y nunca buscan la verdad ni investigan el verdadero camino, ¿a qué se debe esto? ¿Pueden recibir al Señor Jesús de esta manera? Si no podemos buscar la verdad ni tener discernimiento según las palabras de Dios, y encima, obedecemos ciegamente al hombre siguiendo la corriente, ¡entonces incurrimos en el mismo error de los pueblos judíos!

Las palabras de Dios dicen: “Aquellos que no entienden la verdad siempre siguen a los demás: si la gente dice que esta es la obra del Espíritu Santo, entonces, también tú dirás que es la obra del Espíritu Santo; si la gente dice que es la obra de un espíritu maligno, entonces, también te volverás dudoso, o también dirás que es la obra de un espíritu maligno. Siempre repetirás como un loro las palabras de los demás, y serás incapaz de distinguir nada por ti mismo, ni serás capaz de pensar por ti mismo. Esto sería alguien sin una posición, que es incapaz de diferenciar, ¡tal persona es un ser despreciable sin valor! Siempre repites las palabras de los demás: hoy se dice que esta es la obra del Espíritu Santo, pero es probable que un día alguien diga que no es la obra del Espíritu Santo y no es otra cosa más que obras del hombre; sin embargo, tú no puedes discernir esto y cuando eres testigo de que otros lo dicen, repites lo mismo. En realidad, es la obra del Espíritu Santo, pero tú dices que es la obra del hombre; ¿acaso no te has convertido en uno de los que blasfeman contra la obra del Espíritu Santo? Y al hacerlo, ¿acaso no te opones a Dios porque no eres capaz de diferenciar? Quién sabe, quizás algún día aparezca algún imbécil que diga que ‘este es el trabajo de un espíritu maligno’, y cuando escuches estas palabras te habrás confundido, y una vez más estarás atado por las palabras de otros. Cada vez que alguien crea perturbación eres incapaz de respaldar tu posición, y esto es todo debido a que no posees la verdad”.

Extracto de “La Palabra manifestada en carne”

De la Palabra de Dios, podemos ver que creer en Dios se debe basar en la verdad y las palabras de Dios, porque Sus palabras son nuestro torre fuerte y nuestro faro. 

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