Los últimos tiempos | Dar crédito a los rumores es perder la salvación de Dios en los últimos días
Cada vez que oyen que alguien habla del evangelio de Dios Todopoderoso de los últimos días, muchos hermanos y hermanas de la iglesia no pueden escucharlo ni se atreven a aceptar lo que se dice porque el rumor sensacionalista los ha alarmado. Puede que oigan decir: “Son alucinantes los que creen en Dios Todopoderoso, te engañarán si entras en contacto con ellos. Hay muchos verdaderos creyentes en todas las sectas religiosas y tienen buenas cualidades interiores, son unos corderos que aman la verdad, pero los están robando los creyentes en Dios Todopoderoso…”. O que dicen: “A los creyentes en Dios Todopoderoso les entusiasma de verdad difundir el evangelio. Si convierten a un creyente, reciben un premio de 2000 yuanes (unos 300 dólares); si convierten al líder de una iglesia, pueden conseguir de 10 000 a 20 000 yuanes (aproximadamente entre 1500 y 3000 dólares)…”. Otros, además, han dicho: “No tienen muchos límites entre hombres y mujeres y todos son muy promiscuos…”. Y otros, además, han dicho: “El Relámpago Oriental es una organización criminal. Si te comprometes con ellos, nunca escaparás. Si lo haces, te sacarán los ojos y te cortarán las orejas o te partirán las piernas…”, etc., etc. Rumores como estos hacen que algunos hermanos y hermanas que no tienen clara la realidad aplacen o incluso rechacen la salvación de Dios de los últimos días. No sé si algún hermano o hermana de la iglesia ha pensado seriamente o estudiado si estas cosas que se dicen coinciden con los hechos; ¿tienen base objetiva? ¿Habéis pensado alguna vez en las graves consecuencias que se producirán si os creéis todos los rumores que oigáis e insistís en hacer mal las cosas? Por ahora no hace falta que hablemos de cuáles son las fuentes de estos rumores ni de por qué se inventan deliberadamente estas cosas. En primer lugar, en cambio, nos limitaremos a hablar de estos rumores para que los hermanos y hermanas vean clara su esencia.
Según el rumor, “Son alucinantes los que creen en Dios Todopoderoso, te engañarán si entras en contacto con ellos. Hay muchos verdaderos creyentes en todas las sectas religiosas y tienen buenas cualidades interiores, son unos corderos que aman la verdad, pero los están robando los creyentes en Dios Todopoderoso…”. Hoy en día, la mayoría de los creyentes en Dios Todopoderoso proceden, efectivamente, de muchas sectas religiosas diferentes y muchos de ellos son personas muy entregadas, pero decir que todos ellos están engañados es, simple y llanamente, una calumnia maliciosa. Piénsalo: ¿Se puede engañar a tantas personas devotas que provienen de tantas sectas religiosas para que acepten la obra de Dios Todopoderoso de los últimos días? ¿Tendría algún sentido que fueran creyentes tantos años sin tener discernimiento? Aunque se dé algún engaño, sólo se puede engañar a aquellos que no buscan y están confundidos en la fe. ¿Cómo se podría engañar a tantos que buscan y tienen fe sincera en Dios? Como todo el mundo sabe, nuestra fe es en Dios todopoderoso —el Espíritu Santo, que es el Espíritu siete veces intensificado— y sólo la obra del Espíritu Santo puede alentar a quienes buscan y son verdaderamente fieles para que regresen a Dios. Hoy en día hay mucha gente de varias sectas religiosas que busca, que ha leído y releído la Biblia y que ahora ha llegado a aceptar la obra de Dios Todopoderoso de los últimos días; entonces, ¿qué indica eso? Todos los hermanos y hermanas que tienen agudeza espiritual saben la respuesta, que es esta: ¡la iglesia de Dios Todopoderoso tiene la obra del Espíritu Santo y la verdad! Si no fuera la obra de Dios mismo, ¿quién habría congregado a estos hermanos y hermanas de tantas sectas religiosas diferentes? ¿Podría ser obra del hombre un milagro así de grande? Dios Todopoderoso es, de hecho, el regreso del Señor Jesús, ¡la aparición del único Dios verdadero! Cosechará y tamizará en los últimos días, realizará la obra por la que todas las denominaciones religiosas serán una y llevará a todos los verdaderos creyentes a Su reino. Por lo tanto, los hermanos y hermanas verdaderamente creyentes de todas las sectas religiosas han vuelto, uno por uno, ante el trono de Dios Todopoderoso tras oír la voz de Dios. Dios Todopoderoso ha traído la verdad, el camino y la vida y revela los misterios del plan de gestión de Dios de 6000 años. Nos cuenta todos los misterios de la Biblia que no entendíamos y cuando los que verdaderamente buscan a Dios escuchan estas verdades y ven la aparición de Dios, ¿cómo no van a aceptar la obra de Dios Todopoderoso en los últimos días? ¿Quién no querría seguir las huellas del Cordero? Esta es la razón por la que han aceptado la obra de Dios Todopoderoso de los últimos días muchos de los que buscan, provenientes de distintas sectas religiosas. Está claro que la idea de que está engañada la gente que ha aceptado la obra de Dios Todopoderoso de los últimos días es una mentira descarada, una difamación y una blasfemia contra Dios.
Algunos han dicho: “A los creyentes en Dios Todopoderoso les entusiasma de verdad difundir el evangelio. Si convierten a un creyente, reciben un premio de 2000 yuanes (unos 300 dólares); si convierten al líder de una iglesia, pueden conseguir de 10 000 a 20 000 yuanes (aproximadamente entre 1500 y 3000 dólares)…”. En esta mentira se dice que a los creyentes en Dios Todopoderoso les entusiasma enormemente difundir el evangelio de Dios Todopoderoso. Mientras que esta parte es, en efecto, objetiva, lo demás —que se soborna con dinero a los creyentes en Dios Todopoderoso para que difundan Su evangelio— es una auténtica tontería inventada y un rumor difamatorio. La realidad es que los creyentes en Dios Todopoderoso que difunden Su evangelio no reciben retribución alguna. Por el contrario, se gastan los ahorros para hacerlo, y a veces todo lo que tienen. La razón por la que son tan entusiastas no es porque se les soborne con dinero, sino porque han visto verdaderamente la aparición de Dios, oído Su palabra, recibido Su gran salvación y experimentado Su amor. Por lo tanto, están dispuestos a gastarse todo lo que tienen y soportar cualquier dificultad o humillación por difundir el evangelio del reino de Dios. Son como los primeros discípulos del Señor Jesucristo; han visto la aparición de Dios y se han ganado Su amor. Han dejado su hogar y su profesión para dar testimonio de Dios; ¡esto es cierto! Tal vez algunos hermanos y hermanas hayan presenciado personalmente cómo se trata a los creyentes en Dios Todopoderoso cuando difunden el evangelio: a algunos se les humilla, a otros les pegan con palos, a algunos los persiguen y otros incluso son condenados y encarcelados por los que están en el poder; sufren todo tipo de persecuciones… Os insto a todos a considerar lo siguiente: ¿Quién estaría dispuesto a someterse a insultos, palizas y humillaciones por difundir el evangelio de Dios de los últimos días si no fuera por el gran amor de Dios y la obra del Espíritu Santo? ¿Quién se expondría a los peligros de la cárcel por difundir el evangelio de la salvación de Dios en los últimos días si no hubiera visto la aparición de Dios? Si realmente fuera cuestión de dinero, ¿no sería más fácil salir al mundo y trabajar en él? ¿Por qué soportar una humillación y un sufrimiento así por difundir el evangelio? Si miramos de nuevo a los hermanos y hermanas que difunden el evangelio de los últimos días, ¿cuántos de ellos llevan o usan marcas famosas o productos de lujo? Si fuera cierto ese rumor de que por traer a un creyente les dan 2000 yuanes y por traer al líder de una iglesia les dan de 10 000 a 20 000 yuanes, ¿no habría cada día en China multitud de hermanos y hermanas que se harían ricos difundiendo el evangelio de Dios Todopoderoso de los últimos días? No pasa nada por hacer una encuesta rápida: veamos exactamente qué hermanos y hermanas de la Iglesia de Dios Todopoderoso se han hecho ricos por difundir el evangelio. Por lo tanto, lo de que “por convertir a un creyente se da un premio de 2000 yuanes y por convertir al líder de una iglesia, de 10 000 a 20 000 yuanes” es claramente una mentira y una difamación.
Además, hay gente que ha dicho: “No tienen muchos límites entre hombres y mujeres y todos son muy promiscuos…”. En cuanto a este punto, echemos un vistazo a las palabras de Dios Todopoderoso: “Yo soy el Dios santo, no puedo ser mancillado y no puedo poseer un templo impuro” (La Palabra manifestada en carne). Y es muy claro el reglamento de “Los diez decretos administrativos que el pueblo escogido de Dios debe obedecer en la Era del Reino”: “El hombre tiene un carácter corrupto y, además, posee emociones. Por tanto, está absolutamente prohibido que dos miembros del sexo opuesto trabajen juntos en el servicio a Dios. Cualquiera que sea descubierto haciendo eso será expulsado, sin excepción, y nadie está exento”. En las palabras de Dios Todopoderoso vemos que Él es santo y no vive en un templo impuro. Su carácter justo no tolera ofensas de la humanidad y quien sea seguidor de Dios Todopoderoso debe cumplir estrictamente los decretos administrativos de Dios o se le expulsará de la iglesia sin excepción. El evangelio del reino de Dios Todopoderoso se ha extendido por toda la China continental y hay creyentes en Él en todas partes. Tal vez vosotros mismos los hayáis visto y todos los creyentes en Dios Todopoderoso son dignos y rectos, sus palabras y gestos son apropiados y de buen gusto, se comportan según los principios, hablan y trabajan de modo razonable, tienen humanidad y su vivir es digno de admiración. Destacan entre los demás integrantes de la sociedad, ¡esa es la realidad! Repito: los hermanos y hermanas creyentes en Dios Todopoderoso son principalmente personas de diversas sectas religiosas que buscan de verdad y muchos son líderes y compañeros de trabajo de distintas denominaciones. A raíz de la Era de la Gracia saben que Dios odia la promiscuidad y siempre han guardado los mandamientos del Señor Jesús, algo que siempre ha hecho en el pasado la gente reverente de verdad. ¿Alguien así infringiría adrede los decretos administrativos del reino de Dios hoy en día? En el pasado viajaron por el Señor, dejaron todo lo que tenían, cargaron la cruz y sufrieron muchos años; ¿tiene algún sentido que no entiendan una regla tan sencilla y básica? Así que, como ves, el origen de este rumor es simplemente absurdo y pretende ser una mera campaña de difamación.
Algunos han dicho que “El Relámpago Oriental es una organización criminal. Si te comprometes con ellos, nunca escaparás. Si lo haces, te sacarán los ojos y te cortarán las orejas o te partirán las piernas…”. Cuando se habla de organizaciones criminales, todos sabemos que se trata de asesinos, pirómanos y personas muy vengativas que hacen todo tipo de maldades. Nadie quiere provocar a ese tipo de gente. Ni siquiera el Partido Comunista de China ni su Policía se atreven a meterse con ellos, ¿no es cierto? Bien, echemos un vistazo a los hermanos y hermanas que difunden el evangelio de los últimos días. Cuando salen a llevar a la gente ante el trono de Dios soportan que los rechacen, los insulten, les peguen, les ataquen los perros, los detengan, encarcelen y torturen. Sufren todo tipo de tratos crueles. Si estos hermanos y hermanas fueran realmente unos criminales, ¿de verdad se atrevería alguien a tratarlos de esa manera? ¿Quién les pegaría? ¿Quién mandaría a sus perros a que los atacaran? ¿Quién se atrevería a intentar detenerlos? ¡Nadie haría eso! ¿Soportaría un criminal el abuso verbal sin responder? ¿Pegarían a un criminal sin que se defendiera? ¿Conoces a algún criminal así? Si estos hermanos y hermanas fueran realmente unos criminales, ¿por qué, en concreto, tratarían de convertir a verdaderos creyentes en Dios que se dedican con relativo ahínco a buscar? Además, hay muchos hermanos y hermanas de varias sectas religiosas que han oído el evangelio de Dios de los últimos días. Tanto si aceptaron el evangelio y luego se apartaron de la iglesia como si nunca lo aceptaron desde un principio, ¿a quiénes de ellos les han sacado los ojos, cortado las orejas o partido las piernas? ¿Tiene base objetiva alguna cosa que hayan dicho estos propagadores de rumores? Tampoco tienen ninguna base objetiva cuando dicen cosas como que “Si te comprometes a creer en Dios Todopoderoso, nunca escaparás”. De hecho, todos los verdaderos creyentes, así como aquellos que están verdaderamente seguros de la obra de Dios en los últimos días y deciden no abandonar nunca, lo hacen porque no quieren abandonar. ¿Por qué? Dice Dios Todopoderoso: “La encarnación de Dios ha enviado ondas de choque por todas las sectas y las denominaciones, ha ‘sumido en el caos’ su orden original, y ha sacudido los corazones de todos los que anhelan la aparición de Dios. ¿Quién no está adorando? ¿Quién no ansía ver a Dios? Él ha estado personalmente en medio del hombre durante muchos años, aunque este nunca se haya dado cuenta de ello. Hoy, Dios mismo se ha aparecido y ha demostrado Su identidad a las masas. ¿Cómo podría tal cosa no traer deleite al corazón del hombre?” (‘Obra y entrada (10)’ en “La Palabra manifestada en carne”). “Durante los últimos días, Dios se hizo carne una vez más y, esta vez acabó la Era de la Gracia y trajo la del Reino. Todos aquellos que acepten la segunda encarnación de Dios serán conducidos a la Era del Reino, y podrán aceptar personalmente Su dirección. […] Todos los que se someten bajo Su dominio disfrutarán una verdad más elevada y recibirán mayores bendiciones. Vivirán realmente en la luz, y obtendrán la verdad, el camino y la vida” (‘Prefacio’ en “La Palabra manifestada en carne”). De hecho, la encarnación de Dios en los últimos días ha conmocionado a varias sectas del mundo religioso y sacudido el corazón de aquellos que tienen sed de la aparición de Dios. El motivo por el que los hermanos y hermanas de varias sectas han regresado ante Dios es porque han visto Su aparición, oído Su palabra, comprendido que Cristo de los últimos días es la verdad, el camino y la vida y que sólo la fe en Dios Todopoderoso les permitirá alcanzar la salvación y la entrada en el reino de los cielos. ¿Quién querría abandonar después de recibir la salvación de este modo? Por lo tanto, es fácil ver que los rumores sobre las personas que no quieren abandonar por miedo a que les saquen los ojos, les corten las orejas o les partan las piernas son meros inventos de gente con motivaciones ocultas.
Por lo que hemos hablado hasta ahora podemos ver que los comentarios calumniosos sobre la obra de Dios en los últimos días no son más que mentiras, puros inventos sin fundamento alguno en la verdad. Que un creyente se invente mentiras y dé falso testimonio es el comportamiento que más odia Dios y Él lo considera pecaminoso, tal como dice la Biblia aquí: “El que habla verdad declara lo que es justo, pero el testigo falso, falsedad” (Proverbios 12:17). “Los labios mentirosos son abominación al Señor, pero los que obran fielmente son su deleite” (Proverbios 12:22). El Señor Jesús dijo: “Sois de vuestro padre el diablo y queréis hacer los deseos de vuestro padre. El fue un homicida desde el principio, y no se ha mantenido en la verdad porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, habla de su propia naturaleza, porque es mentiroso y el padre de la mentira” (Juan 8:44). Teniendo en cuenta que esto es algo que a Dios no le gusta, ¿por qué insisten en hacerlo? Juan, capítulo 11, versículos 47-48, dice: “Entonces los principales sacerdotes y los fariseos convocaron un concilio, y decían: ¿Qué hacemos? Porque este hombre hace muchas señales. Si le dejamos seguir así, todos van a creer en El, y los romanos vendrán y nos quitarán nuestro lugar y nuestra nación” El capítulo 28 de Mateo señala este hecho: Tras la resurrección del Señor Jesús, los sumos sacerdotes y ancianos temían que todo el mundo creyera en el Señor Jesús y que, por ende, ellos perdieran su estatus y sus rentas. Entonces se confabularon para encubrir el hecho de que el Señor Jesús había resucitado. Sobornaron a los soldados con plata y se inventaron mentiras para convencer a la gente de que el Señor Jesús no había resucitado, diciendo que los discípulos se habían llevado el cuerpo de Cristo cuando los soldados dormían. Con esto vemos que la gente puede inventarse mentiras y calumnias, así como blasfemias contra Dios, lo cual indica su naturaleza maligna, que odian la verdad y son enemigos de Dios. Lo hacen para proteger su reputación, su estatus, su ganancia y los placeres físicos. Hoy es exactamente igual. A medida que Dios Todopoderoso ha expandido Su obra de los últimos días por la China continental, un gran abanico de creyentes de muchas sectas religiosas distintas ha llegado a aceptar la nueva obra de Dios. Cuando algunos líderes de esas sectas ven que cada vez más gente acepta la obra de Dios Todopoderoso de los últimos días mientras sus iglesias van a menos, se inventan todo tipo de mentiras y calumnias para condenar la obra de Dios Todopoderoso de los últimos días a fin de proteger su estatus y sus rentas. Así es como engañan y asustan a los hermanos y hermanas para que tengan miedo de aceptar la obra de Dios en los últimos días; su objetivo es retener y controlar las congregaciones. Estas personas tratan a Dios Todopoderoso exactamente igual que los fariseos al Señor Jesús, ¡son los fariseos de hoy en día! Con esto podemos ver que la gente difunde mentiras intencionadamente y adrede.
Si no sabemos discernir estas mentiras y las seguimos ciegamente, entonces estamos del lado de aquellos que calumnian la obra de Dios, se oponen a ella y la alteran. Esto no sólo hace que uno pierda la salvación de Dios en los últimos días, sino que también lo convierte en objeto del aborrecimiento, el rechazo y el castigo de Dios. Esto es exactamente igual que la obra del Señor Jesús entre el pueblo judío, cuando los fariseos se inventaban todo tipo de mentiras y calumnias contra Él; por ejemplo, que la facultad del Señor Jesús de expulsar a los demonios se debía únicamente a que se conjuraba con el príncipe de los demonios, Belcebú, amén de otras blasfemias. Así pues, muchos judíos emprendieron el mal camino de oponerse a Dios al aceptar ciegamente las mentiras de los fariseos por falta de discernimiento y porque no estudiaban con atención lo que veían, de modo que siguieron a los fariseos para abandonar y asesinar al Señor Jesús. Los fariseos difundían falsedades y calumnias sobre Dios y todos sabemos cómo acabaron, pero aquellos judíos que daban esas mentiras y calumnias por ciertas, ¿no tuvieron un final igual de trágico? El Estado judío fue destruido y el pueblo judío se dispersó en todas las direcciones. Durante dos mil años no tuvo un hogar al que volver y Dios lo castigó igual que a los fariseos. ¿No son estas las consecuencias de dar por ciertas las mentiras de los fariseos y oponerse a Dios? Podemos ver, entonces, que aquellos que creen en Dios sin venerarlo de corazón y que no tratan de investigar la nueva obra de Dios, así como aquellos que se creen fácilmente las mentiras, se convierten en cómplices de Satanás y malhechores que se oponen a Dios. Al final perderán la salvación de Dios. Hoy en día es igual que en aquel entonces. Como creyentes y seguidores de Dios, y ante Su obra en los últimos días, debemos buscarla y estudiarla con corazón reverente. Este es el único camino válido si queremos seguir el ritmo de la obra de Dios y alcanzar Su salvación de los últimos días. De lo contrario, seremos como el antiguo pueblo judío, que se convirtió en un instrumento del que se aprovechaba Satanás, que se opuso a Dios, que se convirtió en Su enemigo acérrimo y, por lo tanto, en objeto de Su castigo.
Debemos saber que los rumores son una de las trampas de Satanás y uno de sus métodos para oponerse a la obra de Dios. Sin embargo, la sabiduría de Dios siempre va un paso por delante de las trampas de Satanás. Satanás no sólo es incapaz de arruinar la obra de Dios, sino que, por el contrario, lo único que logra es que el trabajo de Dios sea más eficaz. Es igual que cuando los escribas y fariseos judíos se esforzaban tanto por oponerse a la obra del Señor Jesús y condenarla: se confabularon con Roma para que el Señor Jesús fuera crucificado, pero nunca podrían conocer la verdadera importancia de estas palabras del Señor Jesús: “¡Consumado es!” Esto nos muestra que Dios utilizó la trampa de Satanás para llevar a cabo Su propio plan y concluir Su redención de la humanidad. Hoy no es distinto. A pesar de que en varias sectas religiosas hay líderes y compañeros de trabajo que utilizan medios premeditados y despreciables para generar mentiras y rumores a fin de oponerse a la obra de Dios Todopoderoso de los últimos días, sin embargo, ninguna de estas trampas puede ocasionar perjuicios a la obra de Dios. En cambio, son de utilidad para que se cumpla la obra de Dios de los últimos días: clasificar al hombre por tipos, premiar el bien y castigar el mal. Aunque sus mentiras han engañado a algunos hermanos y hermanas, la gente que busca sinceramente la aparición de Dios ha acabado por volver ante el trono de Dios. Estas mentiras pueden juntar la “cizaña”, pero no hacen lo mismo con los “granos de trigo”. El viento se lleva la paja, mientras que las semillas gruesas se acumularán en el granero al final. Dicho de otro modo, las mentiras dejarán al descubierto y acabarán con aquellos que no sean de Dios, que carezcan de veneración hacia Él y con los conformistas. Pero los que realmente busquen la verdad y tengan sed de la aparición de Dios serán llevados por Él a un hermoso destino. De este modo, al final las trampas de Satanás sólo ayudan a que culmine la obra de Dios en los últimos días de clasificar al hombre por tipos, así como de premiar el bien y castigar el mal; ¿no es este un buen ejemplo de la omnipotencia y sabiduría de Dios?
Vamos a terminar la comunicación aquí. Creo que, cuando todos vosotros hagáis frente a los rumores, ¡comprenderéis su causa, su esencia y sus perjuicios! Ahora la obra de Dios Todopoderoso en los últimos días ha alcanzado una nueva dimensión sin precedentes, se acerca a su glorioso final y Dios Todopoderoso se revelará a la vista de todos los pueblos y naciones. En un momento tan crucial, ¿estás dispuesto a perder tu vida y abandonar la salvación de Dios de los últimos días sólo por creerte unos rumores? Sé que elegirás bien.
Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.
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