Reflexion del evangelio de hoy | ¿Quiere comprender los misterios de la encarnación?
Muchos creyentes saben que el Señor Jesús era Dios encarnado, pero no saben qué es la encarnación. Porque solo Dios mismo puede revelar este misterio.
Dios dice: “La ‘encarnación’ es la aparición de Dios en la carne; Él obra en medio de la humanidad creada a imagen de la carne. Por tanto, para que Dios se encarne, primero debe ser carne, una carne con una humanidad normal; esto, como mínimo, es el requisito previo más básico. De hecho, la implicación de la encarnación de Dios es que Él vive y obra en la carne; Dios se hace carne en Su misma esencia, se hace hombre”. “El Cristo con humanidad normal es una carne en la que el Espíritu se materializa y posee una humanidad normal, un sentido normal y un pensamiento humano. ‘Materializarse’ significa que Dios se hace hombre, que el Espíritu se hace carne; dicho de manera más clara, es cuando Dios mismo habita en la carne con una humanidad normal y expresa Su obra divina a través de ella. Esto es lo que significa materializarse o encarnarse”.
De estas palabras sabemos que la encarnación es la carne vestida por el Espíritu de Dios. Aunque dicha carne se ve común por fuera, posee esencia divina y puede expresar la verdad y realizar la obra de Dios mismo. Al igual que el Señor Jesús, quien tenía necesidades de una gente común, tanto comer como vestirse y dormirse, pero podía indicarnos el camino de arrepentimiento y mostrar muchos milagros, tales como calmar el mar y viento, alimentar a cinco mil personas con cinco panes y dos peces y resucitar a muertos, etc. Nadie excepto Dios puede alcanzarlo. Esto prueba que el Señor Jesús era Cristo, Dios encarnado mismo.
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