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La fe de Job: Obedecía con buena voluntad lo que Dios le quitó

 

Devocional diario | La fe de Job: Obedecía con buena voluntad lo que Dios le quitó

 

Al hablar de Job, es bien sabido por nosotros por la gran prueba que experimentó. Toda su propiedad fue arrebatada por ladrones, sus hijos murieron por la caída de casa, su cuerpo estaba cubierto de llagas, además, las personas a su alrededor lo malinterpretaron, e incluso su esposa lo persuadió de que abandonara a Dios. Cuando se enfrentaba a un ambiente tan indeseable, él no se quejó de Dios, en su lugar, alabó a Dios. Amigos, ¿saben cómo Job se mantuvo en testimonio? Lean las palabras de Dios para saberlo.

 

Dios dice: “Después de que Dios dijera a Satanás: ‘Todo lo que él posee está en tu poder, solo que no pongas tu mano sobre él’,* este partió, y pronto se sucedieron ataques repentinos y feroces contra Job: primero, le robaron sus bueyes y asnos y mataron a algunos de sus siervos; después, sus ovejas y algunos siervos más se consumieron en el fuego; a continuación, le robaron sus camellos y mataron a aún más siervos; finalmente le quitaron la vida a sus hijos e hijas. Esta cadena de ataques fue el tormento sufrido por Job durante la primera tentación. Tal como Dios ordenó, durante estos ataques Satanás sólo eligió como objetivos la propiedad de Job y sus hijos y no dañó a Job mismo. Sin embargo, en un instante, Job pasó de ser un hombre poseedor de grandes riquezas a alguien que no tenía nada. Nadie podría haber resistido este asombroso golpe por sorpresa ni haber reaccionado adecuadamente frente al mismo, pero Job demostró su lado extraordinario. Las Escrituras proveen el siguiente relato: ‘Entonces Job se levantó y rasgó su ropa; se afeitó la cabeza y cayó al suelo en adoración’.* Esta fue la primera reacción de Job tras oír que había perdido a sus hijos y todas sus propiedades. Sobre todo, no pareció sorprendido ni asustado, mucho menos expresó ira u odio. Ves, por tanto, que en su corazón ya había reconocido que estos desastres no eran un accidente ni habían surgido de la mano del hombre, ni mucho menos eran la llegada de la retribución o el castigo. En su lugar, las pruebas de Jehová habían caído sobre él; era Jehová quien quería tomar sus propiedades y sus hijos. Job estaba muy tranquilo y lúcido entonces. Su humanidad perfecta y recta le permitió, de forma racional y natural, emitir juicios y tomar decisiones precisos sobre los desastres que le habían sucedido y, en consecuencia, se comportó con una calma inusual: ‘Entonces Job se levantó y rasgó su ropa; se afeitó la cabeza y cayó al suelo en adoración’.* ‘Rasgó su manto’ significa que estaba desnudo y no tenía nada; ‘se rasuró la cabeza’ significa que había vuelto delante de Dios como un bebé recién nacido; ‘postrándose en tierra, adoró’ significa que había venido al mundo desnudo, y todavía sin nada hoy, había regresado a Dios como un recién nacido. Ninguna criatura de Dios habría podido lograr la actitud de Job frente a todo lo que le había sucedido. Su fe en Jehová fue más allá del ámbito de la creencia; era su temor de Dios, su obediencia a Él, y no solo fue capaz de dar gracias a Dios por darle cosas, sino también por quitárselas. Además, fue capaz de responsabilizarse de devolver todo lo que poseía a Dios, incluida su vida”.

 

De las palabras de Dios, entendemos que la razón por la que Job tenía verdadera fe en Dios era porque él creía que todo estaba en la mano de Dios, y que no importaba con qué ambiente se encontró, había el permiso de Dios y no era hecho del hombre. Además, en sus décadas de experiencia de vida, Job se dio profundamente cuenta de que todo lo que poseía era dado por Dios, no por su propio esfuerzo duro, y aunque Dios lo quitó, como una criatura, debería obedecer a Él. Por eso dijo: “Jehová dió, y Jehová quitó: sea el nombre de Jehová bendito” (Job 1:21). De lo que experimentó Job, podemos ver que cuando se enfrentaba con la pérdida de su propiedad y sus hijos, pudo obedecer absolutamente a Dios sin quejas, incluso si su vida fuera privada. Su testimonio humilló completamente a Satanás, y con tal confianza, Job finalmente ganó la aprobación de Dios y viviendo siempre en la luz de Dios.

 

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Unas citas bíblicas son tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.LBLA.com.

 

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