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La relación entre las tres etapas de la obra de Dios

Palabras clásicas de Dios:

La obra realizada en el presente ha empujado hacia adelante la obra de la Era de la Gracia; esto es, la obra en todo el plan de gestión de seis mil años se ha movido hacia adelante. Aunque la Era de la Gracia ha terminado, la obra de Dios ha progresado más. ¿Por qué digo una y otra vez que esta etapa de la obra se construye sobre la Era de la Gracia y la Era de la Ley? Esto significa que la obra de hoy en día es una continuación de la obra realizada en la Era de la Gracia y ha sido una elevación de la obra realizada en la Era de la Ley. Las tres etapas están estrechamente interconectadas y cada una se vincula con la siguiente. ¿Por qué digo también que esta etapa de la obra se construye sobre la realizada por Jesús? Si esta etapa no se construyese sobre la obra realizada por Jesús, la crucifixión, la obra de redención realizada previamente, aún tendría que llevarse a cabo en ella. Esto no tendría sentido. Por tanto, no es que la obra haya terminado totalmente, sino que la era se ha movido hacia adelante y la obra se ha vuelto más elevada que antes. Podría decirse que esta etapa de la obra se edifica sobre el fundamento de la Era de la Ley y la roca de la obra de Jesús. La obra se edifica etapa a etapa, y esta etapa no es un nuevo comienzo. Sólo la combinación de las tres etapas de la obra puede considerarse el plan de gestión de seis mil años.

de “La Era del Reino es la Era de la Palabra”

La relación entre las tres etapas de la obra de Dios

Vosotros debéis entender la obra de Jehová, las leyes que Él estableció y los principios por los cuales Él guio la vida del hombre, el contenido de la obra que Él hizo en la Era de la Ley, el propósito por el cual Él divulgó las leyes, el significado de Su obra para la Era de la Gracia y la obra que Dios hace en esta etapa final. La primera etapa es la obra de la Era de la Ley, la segunda etapa es la obra de la Era de la Gracia y la tercera etapa es la obra de los últimos días. Debéis entender estas etapas de la obra de Dios. […] No puede reemplazar la obra de la Era de la Ley y la de la Era de la Gracia. Sin embargo, las tres etapas se interrelacionan en una sola entidad y son toda la obra hecha por un Dios. Naturalmente, la ejecución de esta obra se divide en eras independientes. La obra realizada en los últimos días lo concluye todo; lo hecho en la Era de la Ley es el comienzo; y lo hecho en la Era de la Gracia es la redención. […] En los últimos días, sólo la obra de la palabra se hace para dar entrada a la Era del Reino, pero no representa a todas las eras. Los últimos días no son más que los últimos días y no más que la Era del Reino, que no representan a la Era de la Gracia o la Era de la Ley. Los últimos días son simplemente la época en la que toda la obra del plan de gestión de seis mil años se os revela. […]

La obra en los últimos días es la última etapa de las tres. Es la obra de otra nueva era y no representa toda la obra de gestión. El plan de gestión de seis mil años se divide en tres etapas de la obra. Ninguna etapa por sí sola representa la obra de las tres eras, sino que sólo puede representar una parte de un todo. El nombre Jehová no puede representar todo el carácter de Dios. El hecho de que llevase a cabo obra en la Era de la Ley no demuestra que Dios sólo pueda ser Dios bajo la ley. Jehová estableció leyes para el hombre y entregó mandamientos, pidiendo a este que edificase el templo y altares; la obra que Él hizo sólo representa la Era de la Ley. La obra que hizo no demuestra que Dios es el Dios que pide al hombre guardar la ley, el Dios en el templo, o el Dios delante del altar. Esto no puede decirse. La obra bajo la ley sólo puede representar una era. Por tanto, si Dios sólo hizo la obra en la Era de la Ley, el hombre lo definiría diciendo: “Dios es el Dios en el templo. Para servirle, debemos ponernos túnicas sacerdotales y entrar en el templo”. Si la obra de la Era de la Gracia nunca se hubiera llevado a cabo y la Era de la Ley hubiera continuado hasta el presente, el hombre no sabría que Dios también es misericordioso y amoroso. Si la obra en la Era de la Ley no se hubiera hecho, y sólo se hubiera llevado a cabo la de la Era de la Gracia, el hombre sólo sabría que Dios puede redimir al hombre y perdonar sus pecados. Sólo sabría que Él es santo e inocente, que puede sacrificarse y ser crucificado por el hombre. Este sólo sabría esto y no tendría entendimiento de todo lo demás. Así pues, cada era representa una parte del carácter de Dios. La Era de la Ley representa algunos aspectos, la Era de la Gracia algunos aspectos, y la era presente algunos aspectos. El carácter de Dios sólo puede revelarse plenamente a través de la combinación de las tres etapas. Sólo cuando conoce las tres etapas puede el hombre recibirlo plenamente. Ninguna de las tres etapas puede omitirse. Sólo verás el carácter de Dios en su totalidad una vez conozcas estas tres etapas. La finalización de la obra por parte de Dios en la Era de la Ley no demuestra que Él es el Dios bajo la ley, y la finalización de Su obra de redención no muestra que Dios redimirá para siempre a la humanidad. Estas son conclusiones sacadas por el hombre. La Era de la Gracia ha llegado a su fin, pero no puedes decir que Dios sólo pertenece a la cruz y que esta representa Su salvación. Si lo haces, estás definiendo a Dios. En esta etapa, Él está haciendo principalmente la obra de la palabra, pero no puedes decir que nunca ha sido misericordioso para con el hombre y que todo lo que ha traído es castigo y juicio. La obra en los últimos días deja al descubierto la de Jehová y la de Jesús así como todos los misterios no entendidos por el hombre. Además, revela el destino y el final de la humanidad, y concluye toda la obra de salvación en medio de la humanidad. Esta etapa de la obra en los últimos días pone fin a todo. Todos los misterios no entendidos por el hombre deben descifrarse para permitir al hombre obtener una perspectiva de los mismos y tener un entendimiento claro en su corazón. Sólo entonces puede el hombre ser dividido según sus tipos. Sólo después de que el plan de gestión de seis mil años se haya completado, llegará el hombre a entender el carácter de Dios en su totalidad, porque Su gestión habrá llegado entonces a su fin.     

Fuente: Relámpago Oriental       

Leer más: La Trinidad                         

de “El misterio de la encarnación (4)”

 

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