Testimonio cristiano | Una forma de vivir maravillosa
La protagonista siempre se ha tomado “no armes alboroto” como lema de vida. En su relación con los demás trata de no avergonzarlos, exponer sus defectos o lastimarlos. Se cree buena persona. Cuando se convierte en líder de la iglesia, descubre problemas en los deberes de sus hermanos y hermanas, pero mira para otro lado por miedo a ofenderlos. Cuando de hecho plantea algún problema, solamente lo trata por encima, así que los hermanos y hermanas no se dan cuenta de la gravedad de sus problemas, lo que dificulta la labor de la iglesia. Con el juicio y la revelación de las palabras de Dios logra comprender que aplicar estas filosofías satánicas en su trato con los demás es perjudicial para ellos, y comienza a poner en práctica a propósito la honestidad de acuerdo con los principios de la verdad. ¡Comprueba que es la única manera de ser verdaderamente buena persona!
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